Entrevista Yanett R. Letechipía

 

Fotografía/ Vídeo Dalia C. Martínez Ibarra

 

Septiembre 2017

TERRENCE

Terrence es un proyecto de Esteban De la Monja y Sinclair Castro, en el que exploran las posibilidades de la música experimental utilizando instrumentos análogos y digitales acompañados de imágenes manipuladas en vivo del trabajo cinematográfico de Terrence Malik.

Sinclair Castro es Maestro en Investigación en Arte y Creación que ha distribuido sus esfuerzos entre la realización audiovisual y la música.  Apasionado de la relación de la imagen / sonido, y de la manera en que el sonido altera la materia se encuentra en un continuo desarrollo en diversas formas de expresión; producción documental, diseño sonoro, realización musical, postproducción, medios digitales y video arte.

 

Y el Dr. Esteban de la Moja sus obras han sido expuestas en diferentes museos, galerías, festivales, como: Ex Teresa Arte Actual, Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, Centro Cultural España, Instituto Cultural Cabañas, Laboratorio Arte Alameda, entre muchos más.

¿Cuándo descubres tu interés por el arte?

 

SINCLAIR: Que complejo, mi interés en arte se manifiesta a muy temprana edad al encontrar placer en la estética, encuentro placer en la ficción, encuentro placer en las cosas que yo no relacionaba directamente en mi interés por el arte. Me encantaba leer, el inicio donde empiezas a sentirte conectado con el arte. Comencé a pintar, a estructurar y leer la literatura, que fue la puerta para entender que había otras maneras de expresar la realidad, lo que sientes, no sólo en el lenguaje coloquial o en la conversación. De ahí en adelante, fue muy fluido entre a literatura, la música y las artes visuales. El interés por ver cómo funcionaban las cosas, despertó el interés por la tecnología.

 

¿Cómo te fuiste acercando y/o desarrollándote hasta lo que haces actualmente?

 

SINCLAIR: Creo que es muy fortuito el camino de la infancia de un artista que tiene una estructura académica, en mi caso siempre me llevaron mucho a la lectura en mi casa. Me regalaban libros y encontraba la posibilidades de salir del circulo que se generaba en mi vida familiar. Mi papá tocaba la guitarra y empecé a interesarme por el sonido. Mis amigos de la infancia me invitaban a sus casas, comencé a ver las pinturas y a los artistas, fue de manera fortuita que los papas de mis amigos tenían muy buen gusto y platicaban mucho conmigo. El papá de un amigo era miembro del club “Los amigos de la ópera”, en su casa tenia un sistema surround hermoso y poníamos música de ópera y luego le metías a los Pixies; a meterle punk a la casa del Señor. Otro amigo, su papá tenía la Galería Jorge Álvarez, entonces las inauguraciones eran básicamente fiestas y nosotros íbamos a los 12 – 13 años. Ahí tuve mi primer trabajo, ser barman en una Galería de Exposiciones, empecé a reconocer que me gustaba y que no, por dónde se expresaba la imagen sin la idea de quiero ser artista.

 

Me gusta leer, me gusta hacer música; la escuela, mis amistades y el destino me fueron llevando a este punto, ser artista. Es muy fuerte, es difícil decir soy artista pero tienes que creértela antes de muchas otras cosas. Yo estudie comunicación y artes audiovisuales muchos años, me adentré en los elementos tecnológicos de las computadoras, los procesos de manipulación de imagen; que yo no sabía que era de artista, yo sólo sabía que era editar, cortar y contar historias. Entonces me enfoque a hacer música e imágenes para la música, después me di cuenta que me gustaba hacer más la imágenes que la música, empecé a hacer proyectos audiovisuales donde estos proyectos dejaron de ser interesantes para la escena de la fiesta o del rock, nos empezaron a invitar a museos y ahí fue donde todo cambio. Te escuchan, te ponen atención, éste es el espacio donde yo quiero estar; entonces dije soy artista, ya me la creo, esto es lo que me interesa no seguir siendo licenciado, llegando al punto máximo de estudiar una Maestría en Arte y lograr a ser un artista conceptual.

 

ESTEBAN: En mi caso fue con la primera beca del FONCA, se puede vivir de esto.

 

Mis primeros procesos fueron musicales en un momento dentro de la historia muy importante para toda la humanidad, el brinco de lo analógico a lo digital. SINCLAIR CASTRO

¿Cómo es la tecnología una parte integral de tu trabajo artístico?

 

SINCLAIR: Mis primeros procesos fueron musicales en un momento dentro de la historia muy importante para toda la humanidad, el brinco de lo analógico a lo digital. Ahora estamos en el contexto de los millennials, los centennials o los nativos, y mi generación tiene ese punto que eres de ellos, pero tampoco baby boomer, ni generación X. Para nosotros no es ajena la tecnología pero también vivimos el mundo análogo. En el momento donde empecé a aprender la tecnología de una guitarra a una guitarra eléctrica, evolucionaron los procesos digitales, llegó el internet, cambio por completo los procesos de edición con un moviola con betacam de ¾ gigantesca y carísima, a hacerlo con una computadora en tu casa. Fueron cinco años donde lo aprendiste se fue a la basura y tenías que aprender otra vez.

 

Entendí que mi capacidad de producción se veía potencializada por la tecnología. Soy el de acuarelas, oleos, piedras y cincel pero tengo toda esta tecnología para producir. Te abren un mundo de posibilidades y produces lo que sabes hacer para trabajar. Empecé a editar y post-producir audio y video donde mis posibilidades se veían afectadas por mis limitantes tecnológicas que había aprendiendo y esto se fue exponenciando, año con año, porque la computadora que yo tenia en ese momento era más débil de lo que tiene un celular actual. Llegamos al momento donde podíamos pedir un proyecto de video, podías grabar en tu computadora con una calidad de 4track, hacías discos y hacías tus propios discos en internet, usabas myspace para tu música y hacer conexiones.

 

Era otra onda, el momento del brinco tecnológico fue cuando mi proceso no podía dejar la tecnología sino sería poeta y no escribiría. Escribir es tecnología, el uso de la herramienta ya es tecnológico.

 

Mi trabajo se enfoca en el ser humano y como usas esas herramientas. Los usos tecnológicos que le damos a nuestro momentos: ¿cómo cambiamos las cosas a través del uso de tecnología? ¿cómo nuestra realidad cambia?. Soy fan y me fascina estar a la punta de la tecnología todo el tiempo, pero con lo que tengo es con lo que tengo que trabajar y es otra realidad.

 

Y la vuelves a expandir, como vienes de la base de lo análogo a lo digital lo puedes expandir más. Hay quiénes ven la tecnología pero no saben las bases de esta.

 

ESTEBAN: Esa es una discusión muy larga…

 

Él comentaba cómo nosotros aprendimos con moviolas con los betacam, con cosas super análogas; los sistemas lineales. Entonces tienen una estructura de hacer un guión o una escaleta para decir voy a hacer esto porque a la hora de edición cuesta tiempo- dinero, aunque este en la escuela, y debes terminar un proyecto.

 

Recuerdo en los equipos de trabajo que a mi me tocaba ser editor, entonces eran horas y horas de calificación de material, tiempos en hojas y hojas, estar calificando y armando para llegar a sentarte y descargar todo. De pronto, llegan los sistemas no lineales como Final Cut, Premier o Media 100 y nos toco transferir todo esta estructura mental a estos sistemas en nuestro ser cotidiano. Actualmente, ya no tienen esa estructura mental, ya tiran todo y empiezan a cortar, todo así como si fueran carniceros.

 

SINCLAIR: Es un proceso totalmente diferente, no digo que este mal. Nosotros hacíamos cuadrito por cuadritos. Y ahora hacen mil papelitos y escogen de esos mil para ver cuál les funciona.

 

ESTEBAN: La última vez que estuve en un trabajo de edición fue para el cortometraje “ La alta”. Termine el corte, la mandé a corrección de color, me equivoque en el Pre roll, volví a verlo, el color estaba bien; entonces empecé a ver un frame de sobra, aquí le falta otro frame y todo mundo me voltea a ver. Hice mi nuevo corte que volvió a corrección de color, y seguía hablando de si faltaba un frame o sobraba otro. Son esas estructuras que están padres, del trabajo previo, cómo los procesos que utilizamos son el de estar trabajando una idea continuamente, cómo los procesos siguen y siguen.

 

Entonces nos adentramos a un tema más amplio de cómo nos educaban antes.

 

ESTEBAN: En ese sentido también somos una dupla muy interesante porque Sinclair es como una persona bucólica, no es de rancho y yo soy de sótano con computadoras. Mi madre fue el primer distribuidor de COMODOR en Guadalajara, empezó a vender computadoras personales PC, cuando yo tenia 6 años y se dio cuenta que ahí estaba la oportunidad, entonces me metió a clases de programación y yo no podía salir a jugar con mis amigos si yo no tenia terminado un programa a los 6 años. Y a esas edad Sinclair estaba en Manzanillo enlazando vacas, pero al final de cuentas la conclusión es muy padre. Tenemos mucho diálogo, mucho entendimiento, nuestra enciclopedia es más o menos la misma dentro de lo cultural y lo humano.

 

Los procesos pueden ir de un lado a otro sin ningún problema, yo creo que es la forma de trabajo y la honestidad de lo que estas haciendo contigo mismo, con la gente que te va a ver. Tú te estas exponiendo pero también estas presentando una especie de certeza. ESTEBAN DE LA MONJA

¿Cuáles son las herramientas que utilizan y cuáles son sus preferidas?

 

ESTEBAN: La cabeza.

 

SINCLAIR: Como te decía, para mi en este momento es el agua que tire aquí y la estoy moviendo y pasa algo. Entonces, el oleo, processing o dorar con hoja de oro son en determinado momento mis herramientas porque al final es acerca de la conceptualización. La base de una producción son las bases y las herramientas que vas a poner en juego, que vas a llegar a tu concepto desde tu base hasta tu concepción. Y creo que nosotros construimos y deconstruimos dispositivos, tenemos una idea y llegamos hasta un punto en ese camino, se queda como una herramienta en tu librero que en el momento que quieras consultarla la sacas; sabes cuál fue el camino que te llevo a ese punto y porque quieres buscar otros caminos que te lleven a puntos diferentes. Por ejemplo, estoy con un proyecto biométrico, estoy tomando lecturas de mis procesos de sueño, tomando las horas rem de sueño profundo, las veces que me levanto, lo mido con un aparato donde eso se va convertir en una máquina en formas orgánicas relacionándose con el tiempo espacio para hacer una escultura.

 

ESTEBAN: Cuando comienza una idea, se convierte en un proceso, y ese proceso el medio que va persiguiendo a la idea; y no al revés, no porque no tenemos algo favorito. Desde un principio yo establezco lo que llamamos el dispositivo, las reglas del juego; sobre tal papel voy a hacer tal cantidad de dibujos que se van armar en un mosaico en una impresión digital  en dos semanas con mis escuadras.

 

SINCLAIR: Pero el dispositivo es muy celoso porque tú sabes el dispositivo, nadie mas sabe cuál es el dispositivo pero si no sigues los pasos no jala.

 

ESTEBAN: Estoy haciendo dos horas un dibujo, me equivoco tantito y lo destruyo, porque no me puedo mentirme a mí mismo. Nadie lo sabe pero yo me estoy dando cuenta que una vez que la vea montada no va a funcionar. Entonces son dos semanas dibujando, termino con una pila de papeles, tres días escaneándole para meterlos a Photoshop. Los procesos pueden ir de un lado a otro sin ningún problema, yo creo que es la forma de trabajo y la honestidad de lo que estas haciendo contigo mismo, con la gente que te va a ver. Tú te estas exponiendo pero también estas presentando una especie de certeza.

 

SINCLAIR: Cuando hacer performances, es lo mismo pero parece que es diferente. El artista esta enfrente de ti todo el tiempo, lo esta haciendo en el momento, pero aun así es exposición. Estas nervioso, es un juicio continuo, es una validación continua de lo que tú haces. Es cierta cantidad de validez, no lo pongamos en pesos, pero es válido y qué diferencia tiene lo que hago con los instrumentos electrónicos y el ruido. ¿Por qué eso que yo hago es válido y otra experiencia no es válida? Porque la hizo en 5 segundos, 5 minutos, se vuelve más complejo y la herramienta es el proceso, la herramienta es la idea, la herramienta es la cultura.

 

ESTEBAN: Y la vida cotidiana, cómo te alimentas de música, de cine o de tus amigos. Las piezas que vez en esta habitación nos pasamos mes y medio molestando al artista para que hiciera la producción porque tenía ya programada la exposición en este espacio y no podía, no podía. Y un día, a las 6 de la mañana le saque las pinturas y empecé a jugar, se prendió y se aventó una producción de horas para terminar las piezas.

 

Esa idea del artista solitario, deprimido nadie me entiende…

 

Para nosotros tenemos un ritual de una día a la semana juntarnos. Hacemos música, pintamos, dibujamos, cada quien esta en su laptop trabajando en sus cosas o viendo una serie; lo que sea pero con una disciplina de comunidad, de cuidar nuestros procesos, platicarnos lo que hacemos cada uno porque luego la gente es muy celosa y no platica para que no lo vayan a “piratear”.

 

SINCLAIR: Es la cultura es en el momento de lo que te nutres. Estoy haciendo una idea del dinero y de repente un amigo, Alejandro Fournier me enseña una pieza que hizo con monedas, una aproximación totalmente diferente hacia el objeto y la pieza, pero usando la misma idea sin que tuviéramos un contacto. ¿Porqué? Porque estamos en el mismo momento de la historia que nos están afectando y brota.

 

Además las redes son un organismo, nos influencian las mismas cosas. Y eso se va a ver evidentemente en la pieza de un artista honesto, que esta haciendo de lo que es el arte; el reflejo de la sociedad en el momento histórico. Si no, no tiene chiste, si no, no es contemporáneo. Porque Bill es el artista que nos hace llorar; él dice soy contemporáneo en mi tiempo, en el medioevo todo era contemporáneo porque era su tiempo. ¿Qué es lo que lo hace válido? Porque era el vivo reflejo de su realidad y momento. Si ahorita nos ponemos a pintar con el renacimiento, no va a ser válido porque ya no es nuestra realidad, vivimos otros procesos, no podemos estar buscando en los procesos ya generados una validación para los nuevos procesos.

 

Dentro de su trabajo ¿cuál es su pieza favorita?

 

ESTEBAN: Terrence no tiene piezas, Terrence es algo que sucede en el momento. Ensayamos mucho pero ensayamos como la sensación entre nosotros, la sensación con el sonido y hacemos guiones de movimientos. Vamos a empezar con esto y a tener este tipo de estructura, luego vamos por acá y acá. A la hora que llegamos al escenario depende del estado de ánimo.

SINCLAIR: Es como un dispositivo. Tomamos películas y las ponemos en un software, como MAC MSP.

 

ESTEBAN: Que yo me pongo a escribir un software. Y sobre esas imágenes estamos ensayando, viendo y la relación con lo que vez con el momento. El equipo que tengas te permite hacer cosas diferentes y no es improvisación porque siempre antes de una presentación lo hemos ensayando como unas ocho veces el set. Estamos pegados pero nos damos mucho espacio a la libertad. Es como el Jazz es improvisación, no el Jazz tiene espacios de improvisación dentro de estructuras generadas en el tipo de producción. Nuestras partituras, por así llamarlo, tienen que ver más con momentos, sensaciones, frecuencias y lo que estas viendo.

 

La pieza la tratamos de cambiar con la imagen, la estructura, también tiene que ver con nuestros momentos emocionales. Importa mucho cómo se esta sintiendo Sinclair con su vida personal, con su vida profesional y yo también. En este tipo de representaciones se nota, yo por ejemplo no quise ensayar ayer, estaba tristito.

 

SINCLAIR: Eso pensando en Terrence como en uno de los proyectos que tenemos. Esteban hace cosas individuales, yo hago cosas individuales.

 

ESTEBAN: Creo que también vamos a concordar mucho en mi producción como artista; no diría visual, porque también hago cosas sonoras, hago plástica y no se cómo encuadrarlo, a mí me gusta pensarlo todo como una pieza. Como un viaje en donde a veces uso números y a veces uso color, uso líneas, luego números y vuelvo al color o a las líneas. Yo creo que más bien me iría como a un punto de partida, que llegue a una conclusión muy clara, por aquí va voy a seguir haciendo esto hasta el infinito. 3,3,3 es una pieza donde yo digitalizo o tengo una versión digital de la Biblia, pensando en esa situación de una especie de sinestesía digital análoga.

 

No sé porque a veces lo hago a mano, a veces con la computadora y a veces con la electrónica. Donde a qué sabe un color, cómo se escucha un número, cosas así; todo parte de esta traducción, llevar una cosa a otro lugar. ¿Qué es lo que hace un micrófono? Es un transductor donde el micrófono hace una traducción de la vibración donde la presión del aire se vuelve una señal eléctrica y la convertimos otra vez en presión en el aire para percibirla. Entonces ahí todo se transforma, todo se encuadra. Los teclados de las computadoras lo que hacen es recibir una carga eléctrica de la computadora, en el momento que tu presionas una tecla, esa carga eléctrica se redirecciona y vuelve a la computadora. Según la tecla que tú presiones, será el tipo de descarga la computadora, eso se convierte en un impulso eléctrico. Te acuerdas cuando aún no tenían @ en los teclados y ponías ALT+64 y te salía el @ el 64, es el código ASCII de la @. Cada carácter tiene asignado un número y los procesadores de texto o los navegadores de internet traducen ese número a una forma gráfica, como una letra. Entonces escribo un software que agarra el código ASCII, que en vez de traducirlo en una letra, lo traduce en color. Y me paso una año traduciendo la Biblia a color. Son unas placas hechas pixel por pixel de color, cada libro es una placa de color con rayitas.

 

Para mí, ese es un punto de inflexión muy importante porque me lleva a un proceso de pensar en estas cosas; cómo me llevo un tipo de código a otro código, son líneas a veces son números, son letras, es color y eso se vuelca en un proceso de vida que no voy a terminar nunca. Como Sinclair que va a hacer ciudades, pues a veces también me lleva a hacer cosas figurativas porque lo que me gusta es hacer abstracto y me lleva a esto. Fue resultado de mi beca del FONCA, y lo que yo le agradezco más a mi beca del FONCA es el convivio con otros artistas. Cada 3 meses se reúnen a todos y se vuelve una incubadora de locura preciosa. La gente habla muy mal del FONCA y del gobierno, yo fui beca del FONCA, trabaje en el FONCA y la verdad es que la mayoría de la gente que esta ahí quiere que sucedan cosas.

 

Yo tuve un tutor muy duro que me llevó en este proceso. Tenia 21 años cuando llegue al FONCA con ideas muy frescas, pero muy mano dura de hierro de cancelarme la beca. Me suspendieron el apoyo durante un mes, me dijeron que no estaba llegando a lo que querían que llegara. Trabajando con él, me ayudo muchísimo y llegué a este momento de ver cuál iba a ser mi oficio de ahora en adelante. Terminé al igual que lo que comentó Sinclair; me fui a España a hacer mi Maestría y mi Doctorado en Arte con muy en contra de las recomendaciones de todo el mundo. Eso no te va a servir de nada, porque nadie te va dar trabajo por que seas Doctor en Pintura.

 

Una pieza que reconozco mucho porque me hizo cruzar, no es que sea mi favorita. Es la pieza que es parte central de mi Doctorado, una obra de 8m. Durante dos años, trabaje todos los días haciendo piel por pixel, son 192,000 por 82,000 pixeles. Es una cosa enorme que cuando lo termine en un archivo en Photoshop, en ese entonces tardaba dos horas en abrir, porque es de 30 gigas. Estaba en España y HP me dio un apoyo. La empresa tenía la idea de trabajar con la gente que hace las cosas más inusuales para vender sus plotters. Entonces me llevaron al Laboratorio de HP y al tratan de abrir el archivo. Después de 2 horas sentados, no lo pudieron abrir, era utópico el asunto, te hace pensar muchas cosas. Empiezas a producir obra que no se puede ver.

 

Tengo muchas piezas de software que necesitas una MAC vieja para poder verla. La ultima vez que exhibí en el Ex Convento del Carmen, que fue en el 2016 con una pieza en la muestra de Erosional. Expuse mi pieza sobre un remake, porque el software no funcionaba entonces volví a escribir un software en la nueva plataforma para que los pudiera leer. Ahí suceden muchas cosas muy interesantes, es un proceso de cómo transfieres una cosa a otra. Por ejemplo: esa pieza es cómo transfieres el tiempo a la virilidad, es una torre de reloj.

 

SINCLAIR: Yo no puedo en pensar cuál es mi pieza favorita. Yo creo que mi pieza favorita es la que todavía no hago. La que está en el cerebro. La semana pasada fui con mi impresor para terminar un proceso. Y me enseña la nueva capacidad de impresión, imagínate en un acetato pero de 2×2 metros, que se puede imprimir sobre de él, en mate. Lo que yo quiera entonces me empieza a dar vueltas en la cabeza, porque yo traigo una idea de lo que quiero imprimir y me enseñan otros procesos con otra tecnología. Ahora mi cerebro no esta dejando de decirme, ¿qué harías con eso?  Unas capas como si fuera After Effects pero los imprimies en físico, como un bastidor con luces.

 

Hay cosas que en su momento fueron mis piezas favoritas. Puede llegar el día en que llegue a mi casa y estar cansado de una pieza que este ahí, porque esta me sigue llevando a los mismos momentos.

 

Hice una pieza en video que la mitad esta hecha en Buenos Aires y la otra esta hecha en Canadá. El juego aquí era que son 8000 km desde México hacia Buenos Aires y 8000 km hacia el otro punto, los dos trópicos volteados. Se llamaba Austral Boreal que son los dos puntos en un viaje con muchas horas de material de video para sincronizar dos pantallas al mismo tiempo sobre las diferencias entre personas y tecnologías que vivían totalmente del otro lado del mundo. Donde de un lado era primavera, en el otro era invierno en el mismo momento. Es ese juego ¿cómo estamos del otro lado del mundo? Fue la primera vez que expuse sólo en el MAZ, con esa pieza me dieron apertura para entrar a mi Maestría y estar en un Festival Internacional. Me abrió las puertas de una manera irreal para mí en ese momento; espera yo sólo, soy un estudiante de Postgrado. Y empecé a conocer gente porque vieron en esa pieza el reflejo de una inquietud extraña, el potencial, lo que tú quieras, se les hizo exótico. Y ahora cosas totalmente diferentes, pero la misma cosa; todas mis piezas soy yo, todo el trabajo que hago aunque parezcan otras cosas no deja de ser mi exposición y mi cerebro.

 

ESTEBAN: Y eso es algo que hacemos mucho con los estudiantes, un vicio muy fuerte, que cuando somos jóvenes artistas es ver hacia fuera, agarrar los trends e intentar insertar los trends como contenido del arte. No, tiene que venir de aquí, de quién eres. No es lo que le esta interesando a la banda, sino qué te interesa de lo que le está interesando a la banda y está sucediendo.

 

¿Cómo los ha formado la escena local?

 

SINCLAIR: La escena local es cultura, es nuestro entorno, es todo. Y entiendo totalmente su posición en el mercado del arte y dentro de cómo funciona. Creo que la escena local nos ha dado mínimo, en mi caso, una consciencia de cómo funciona el negocio del arte. ¿Quién expones? ¿dónde expone? ¿y por qué expones?

 

Es que es hijo de no se quién, lo maneja tal galería y empiezas a entender cómo va el proceso. Hay gente que da mucho y entiendes sin necesidad de tener una clase. El estar platicando, el hecho de ver alguien que te enseñe, ir a ver una banda, estar en un lugar te nutre y hay gente que hace lo contrario.

 

Yo creo que la escena, la hace la gente que está haciendo las cosas y esta bien pero creo que hay muchas microescenas. Hay estratos, hay capas pero yo voy a recalcar mucho que es la misma palabra, para mis son las personas. A mí lo que me ha marcado tanto positiva como negativamente. Lo negativo también esta chido porque te lleva a otros escenarios y te lleva a cómo aislarte de unas actividades, hablo del mercado. Yo me declaré en huelga hace mucho tiempo y hemos logrado una manera generar nuestro propio mercado.

 

ESTEBAN: Yo creo que son las personas, tanto los que son parte del circuito, como los que no. Las que conocen el circuito y se relacionan con el circuito. Omar Guerra, es una de las personas importantes en mi arranque. Hace unos 15 años cuando lo conocí, él estaba mas fogueado que yo y me dio mucha brújula. Me dijo oye lee esto, ve esto por aquí y le agradezco mucho. Y luego me fui topando con mucha más gente y la gente se fue topando conmigo, se vuele una licuadora del saber de consciencia y de reflexión muy importantes. Si algo le agradezco a Guadalajara que es limitada o ilimitada la capacidad de convivencia. Al final de cuenta, eso es lo que yo agradezco mucho de Sinclair, Andrés y Javier de la Torre. Y todo este núcleo de personas que te pueden decir que no esta bien o te pueden decir esta bien bonito.

 

Yo creo que de la escena local lo valioso, más allá de las galerías, las exposiciones, es la gente y la gente que tiene la capacidad o la iniciativa de generar lo que realmente es una escena. Una escena es cuando nos juntamos en un escenario y todos somos parte de una historia.

 

SINCLAIR: Y creo que lo que esta faltando mucho, son los cronistas de la escena como ustedes: documentar las cosas. No hay alguien que diga, qué se están haciendo las cosas. Nosotros estamos tan clavados haciendo cosas, que hay días donde ni una foto en una red social de lo que esta haciendo.

 

Yo creo que de la escena local lo valioso, más allá de las galerías, las exposiciones, es la gente y la gente que tiene la capacidad o la iniciativa de generar lo que realmente es una escena. ESTEBAN DE LA MONJA

Dedican parte de su tiempo a la enseñanza ¿qué tan importante es para ustedes?

 

ESTEBAN: Es importantísimo, creo que los dos tenemos esa vena, si juntamos nuestras horas de enseñanzas serían muchísimas.

 

SINCLAIR: Yo tengo 15 años dando clase.

 

ESTEBAN: Yo llevo como 12 a nivel licenciatura. Es una vocación, es algo muy necesario, el compartir. Creo que todos identificamos al centro docente como algo clave que nos hizo clavarnos en lo que nos gusta. Es como la primera vez que vi la Naranja Mecánica, ver el cine no es comer palomitas, es algo que puede cambiar el pensamiento, es reflexionar. En ese sentido, si me hace falta aportar y a parte te retroalimenta muchísimo, te obliga a seguir buscando contenidos y a seguir pensando. Creo que los dos tenemos el síndrome de Peter Pan, a seguir pensando como una persona joven y entusiasta, que todavía tiene esa capacidad de excitación por algo.

 

SINCLAIR: Les enseño música y les pido traerme el disco que están escuchando ahorita; el tema que más les gusta, el video que más les gusta y tenemos una discusión estética sobre medios audiovisuales. Me la paso aprendiendo cuál es la música nueva, los artistas contemporáneos porque no quiero nada que tenga más de 15 años de hecho.

 

Ahorita nos estamos dando un break de la docencia, yo estoy buscando el Doctorado. Otra vez llegará el momento de querer compartir, pero ahora necesito adquirir más conocimiento. También llegan momentos donde no vez crecimiento; ni como persona, ni como artista, ni como docente porque también te quemas y saturas de la educación. La estructura de la educación es muy repetitiva, llegas a veces a dar el mismo curso que ya te los sabes de memoria. Es como ponerle play, no piensas en lo que estas diciendo porque no haz roto el tiempo y no tienes tiempo para preparar otra clase porque tienes mucho trabajo.

 

ESTEBAN:En ese sentido estaba chido con nuestro proceso. Nosotros trabajábamos juntos y cambiábamos todo pero eso no es normal.

 

En el Tec de Monterrey tienen un programa que se llama Team Teaching, en donde meten dos o tres profesores en un curso y eso lo estructuran de dos formas. La primera, empieza un profesor el primer módulo, el segundo módulo otro profesor y el tercer módulo otro. Es muy rico porque vas cambiando la perspectiva y la dinámica del curso. Y la segunda forma es al mismo tiempo imparten todos los  profesores.
Y un día me habla el jefe de departamento y me dice oye vas a dar una clase Team Teaching. Le pregunto ¿con quién es? Con Sinclair Castro.

 

Entonces la dábamos juntos eran tres horas y nos juntábamos una vez a la semana. Tenemos un documento de unas 400 páginas y queremos hacer un libro; preparamos tantas clases, tenemos tantas imágenes, que hay que ponerle orden. De hecho, lo adaptamos para dar un taller externo con personas mayores. ¡Estuvo bomba!

 

SINCLAIR: Nos decían, yo vi esa exposición en Nueva York, yo vi esto o aquello, yo viví ese momento. Tú lo haces de la investigación y estos señores te están platicando cuando fue el rompimiento, la ruptura real.

 

ESTEBAN: Fue un curso muy bidireccional. Agarrábamos más de ellos, que ellos de nosotros. La docencia es clave. Y si empiezas a rascarle a los artistas que me gustan, todos son docentes.

 

«Los artistas tenemos una capacidad mayor de producción a la cantidad de piezas que se comercializan. « SINCLAIR CASTRO

¿Cuáles son sus siguientes proyectos?

 

ESTEBAN: Estoy con proyectos sociales y filantropía. En el arte, estoy siguiendo mi proceso y pensando en estructuras numéricas del lenguaje de código. No tengo un proyecto en específico, el único que tengo muy estable es Terrence, el seguir persiguiendo la estética y la estructura de esto. Incluso, tecnológicamente, se va estructurando más porque empezamos con una mesa de este tamaño y ahora estamos con una más pequeña, empezamos con 5 instrumentos y ahora tengo 3.

 

Lo hemos estado afinando reduciendo y programando. Yo quisiera llevar a Terrence como a un festival como Primavera Sound, Sonar o Aural; salir de escenarios como Palindromo o el Ex Convento del Carmen, que la gente baile.

 

SINCLAIR: Yo estoy enfocado para conseguir una beca de Doctorado. Aparte de Terrence, hago mi producción artística física y más música con varios proyectos. Tengo un proyecto de música electrónica experimental que se llama Salazar, es batería, guitarra, sintetizadores y bajo; ya lleva como 8 años y tres disco. También tengo un proyecto nuevo con mi hermano que se llama FEMUR. Acabamos de sacar nuestro primer disco y nos va muy bien, pero en realidad mi enfoque es seguir estudiando más. Tengo una residencia en Casitas Naranja, en Puerto Vallarta voy a estar trabajando unos días en mi producción. Después de hacer música, me voy a llevar mi proyecto y tener una exposición con Ricardo Guzmán, Proyecto Caimán exposición en solitario. Y regresando de Brasil, llevo como 4 años haciendo subastas de arte de artistas locales actuales.

 

ESTEBAN:Este proyecto esta padre porque esta enfocado a promover el coleccionismo joven, facilitar los precios de salida de la producción de la pieza. Básicamente lo que hacemos es sacar la producción, que se este generando. Hay piezas que ya sabes quién te la va a compra antes de la subasta.

 

Los artistas tenemos una capacidad mayor de producción a la cantidad de piezas que se comercializan. Entonces, tenemos piezas en nuestra casa o talleres que necesitamos mover. No para ganar dinero sino para seguir produciendo, si tú no mueves tus piezas, no tienes dinero para producir más piezas. No es una intención de ganar, simplemente de mover y la gente disfruta mucho. Es divertido y es muy sano adquirir arte de una manera honesta: directo con el artista.

 

Finalmente ¿Qué haces cuando no estás haciendo arte?

 

SINCLAIR: Dormir, para los artistas vivir es arte. No es una actividad, es una manera en la que afrontas la realidad.

 

ESTEBAN: Mi pareja voltea y me ve, estas trabajando verdad; yo estoy viendo la ventana. Si estoy trabajando. Y aparte creo que es un vicio que nos viene muy de lo comunicólogo, te forman con tantas cosas al momento, que no puedes dejar de trabajar. Estas viendo a alguien y le estas leyendo el bracito en la mesa, como mueve los ojos, etc. Hubo una época en que deje de ir al cine porque estas analizando la película.

 

Creo que es una naturaleza y es un impulso intrínseco. A mi padre le encanta contar una historia de cuando yo era pequeño. A los 3 años me llevaban a los partidos de futbol de mis hermanos en unos campos de tierra. A mi me dejaban en la tierra y la acomodaba. Un día el Padre Montes del Anáhuac Chapalita pone su gigante pie arriba de lo que yo estaba haciendo y empecé a jalar su pantalón. El padre se voltea y me dice: ¿qué quieres? Y le digo con toda la seriedad del mundo: que no te das cuenta que pisaste mi trampa para osos. Creo que ese mismo impulso nos va a llevar toda la vida. Impulsamos el acto creativo, la experiencia de crear algo a partir de todo lo que nos rodea, porque para mí había osos en este momento.

 

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Estratega en marketing digital y comunicación. Creadora y colaboradora de plataformas digitales, especialista en marketing de contenidos para medios impresos y digitales. Productora de eventos comerciales, publicitarios, culturales y medios audiovisuales. Enfocada a la cultura digital y las industrias creativas.